Los alumnos y alumnas de las escuelas de Mela, Colmuyao, La Achira y Copiulemu; principalmente de la zona sur de Cobquecura se unieron para celebrar el We Tripantu, o We Xipantu, o Wiñoy Xipantu o “Año nuevo mapuche”.
Se trata de una festividad tradicional que está determinada principalmente por el ciclo lunar, el cual controla la naturaleza, el tiempo, las lluvias, la vida animal y vegetal, como así mismo tiene mucha relación con la vida mapuche, su religión, filosofía, su concepción de mundo, presente y futuro del pueblo; los cuales en su conjunto constituye el mundo mapuche y nos explica nuestra realidad como tal, «el Mundo y vida Mapuche está ligado con toda la naturaleza y al We Xipantu«.
El alcalde de Cobquecura Julio Fuentes destacó que “entre el 21 y el 24 de Junio los pueblos indígenas celebraron en todo el país el We tripantu o Wüñol Tripantu tal como sus antepasados han hecho desde hace siglos. En el marco de la celebración del inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza, distintos académicos y representantes del mundo indígena explican su significado y enfatizan la importancia de reconocer a diferentes culturas de nuestro país. Es por eso que quisimos celebrar a nivel de comunidades educativas al igual que como nuestros antepasados lo han hecho desde hace siglos, y en el marco de esta celebración, vinculamos nuestros planes de formación ciudadana , inclusión y convivencia escolar”.
Manon Cañas, jefe del Daem Cobquecura explicó que “la intención nuestra y de los docentes es generar alianzas entre las escuelas rurales vecinas, para planificar proyectos educativos y organizar experiencias de trabajo significativos para los estudiantes, lo que se ha traducido en la construcción de lazos de afecto y amistad”.
La Escuela Montaña de Copihue, realizó una representación de la leyenda “El origen del Copihue” que fue fundamento para dar el nombre de su sector.
En el acto también estuvo presente el Lonko Huichalaf, David Pérez del territorio de Quirihue Región de Ñuble, quien entregó un mensaje acerca de la importancia de respetar a nuestros ancestros, sus costumbres y el legado cultural del mundo mapuche.
Las alumnas de la escuela de Mela Rocío Tapia Ortiz y Antonella Campos Medina, Arturo Molina Espinoza y Bruno Molina Espinoza junto a Antonella Espinoza de la escuela de Colmuyao, presentaron un baile Mapuche, titulado “Pichiche Ulkantun” cuya letra y música es de Nancy San Martin.
Las manifestaciones musicales mapuche no se limitan solo a la «canción» o la manifestación ritual, si no que su perspectiva viene de un lugar mucho más profundo y está íntimamente ligado a su entorno, la observación de procesos cíclicos y la escucha atenta del paisaje sonoro. La comunicación es un acto sagrado y el «habla» mapuche está al mismo nivel que el «habla» de las cosas; todos, sonidos miembros de una realidad física y espiritual que está en constante correspondencia.
La Escuela de Colmuyao presentó la canción “Mari mari” y la escuela La Achira preparó payas alusivas a esta fecha significativa para el mundo mapuche.
Como broche de oro en esta celebración, se presentó el investigador, recopilador, compositor; y gestor de la orquesta de niños mapuche de Tirúa y Puerto Saavedra, Joel Maripil quien ha sido un incansable trabajador por la supervivencia de la cultura y la música lafkenche; quien en su primera producción musical expresa sentimientos individuales y colectivos, cuyo pulso conecta con los latidos universales, más allá de lenguas y banderas, quien deleitó a los asistentes con canciones de las vivencias del pueblo mapuche.
Al término de la actividad los asistentes pudieron recorrer una Exposición de instrumentos musicales mapuches, gentileza de la Asociación Huicha Coiquen de Quirihue, además de utensilios mapuches, gentileza del Padre Jaime San Martin Solis y comidas y productos gastronómicos de los mapuches, gentileza de la Alianza de las escuelas vecinas y su comunidad escolar.